Normalmente rayano en la sobreactuación, aunque dotando a sus personajes de un toque personalísimo difícil de repetir, se alzó como un gran maestro de la comedia y, al mismo tiempo, de los roles oscuros con una fuerte carga de mal rollo. De El Pisito a Mi Prima Angélica: dos de las múltiples caras de un actor emblemático y único al que solicitaron todo tipo de realizadores, desde Berlanga a Ferreri, pasando por Saura y Armiñán.Aristócrata o buhonero; travestido o macho ibérico; ladrón o asesino... fuera bajo la piel que fuese, en todo momento dio muestras de su gran profesionalidad. Todo un crack de la interpretación.
Hasta siempre, señoritooooo.
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