31.8.05

Levántate y anda

El otro día maté a Louise Fletcher. Así, tal como suena. La maté. De un plumazo, sin más consideraciones. Por hacer de mala en la mayoría de sus películas. Bueno, por hacer de mala y además hacerlo bien, de manera creíble. Y eso potencia envidias y odios.

De todas formas me declaro inocente de su vil y falso asesinato. Mi fuente de información, en cuanto a cadáveres recientes se refiere, está en IMDB (Internet Movie Database). Ellos siempre han asegurado que constatan todo aquello que cuelgan en sus páginas. Pero esta vez se la han colado. Y a mí también. Algún enemigo de la Fletcher, resentido con la hijaputa de la enfermera Mildred Ratcher de Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco, decidió darle el pasaje a la eternidad. Y allí estuvo, la pobre mujer, colgadita durante un par de días entre los muertos ilustres de esta página.

Incluso el recién inaugurado blog de Deblin, Recuerdos de lo que no ha pasado, tras ver la noticia en mi bitácora, estrenó su nueva estancia con la noticia de la defunción de esa buena (pero mala) mujer. Perdóneme usted, señor Deblin, ya que de esa reseña suya si que me siento un poco el causante.

Si Dios lo hizo en su día, ahora, quien esto escribe, también puede conseguirlo: Louise, levántate y anda”.

No hay mal que por bien no venga. Dicen que cuando das erróneamente por muerto a alguien, le añades diez años más de vida. Así sea.

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