24.11.04

Si Graham Bell levantara la cabeza...

Cellular es un antiguo proyecto de Larry Cohen, uno de esos artesanos que, desde la serie B más pura y dura, era capaz de ofrecernos películas ciertamente entretenidas y resultonas, sin ningún otro tipo de connotación intelectual. Pues bien, ante la imposibilidad de ser éste su realizador, un especialista en escenas de acción (aquellos que en los créditos de un film constan como stunt man), un tal David R. Ellis, ha urdido su ópera prima como director basándose en la idea de Cohen; un Cohen que, por otra parte, en los últimos años, parece haberle tomado cierto apego a ese invento del teléfono, pues de él es el guión de la excelente Última Llamada. Por otra parte, esa idea ahora repescada por Ellis, resulta bastante original (aunque inocente y poco creíble). En ella, una mujer secuestrada reconstruye un teléfono destruido para contactar, al azar, con un número de móvil, involucrando al propietario de éste en su posible rescate.

Y la verdad es que, viendo los resultados finales, Cellular no dista mucho de lo que posiblemente hubiera filmado el propio Cohen, ya que la cinta posee las mismas virtudes y los mismos defectos que, en general, se encuentran en toda la filmografía de éste. Fiel al espíritu de los films de su antecedente, R. Ellis ha montado una historia trepidante, en la que se mezclan (con mayor o menor fortuna) las escenas de acción, el suspense y la comedia. Posiblemente, debido a su vieja condición de doble cinematográfico, haya saldado sus momentos más trepidantes con nota elevada; sus persecuciones, tiroteos y luchas, teniendo en cuenta su falta de medios y de presupuesto, están perfectamente acabadas, con nervio y voluntad.

El problema de este film es que, en general, patina en su historia. Ésta no se sustenta por ninguna parte. Por ejemplo, ¿qué grupo de secuestradores dejaría, al alcance de su víctima, un teléfono roto aunque conectado a la línea? Difícil de tragar pero, en el fondo, una buena excusa para que Kim Basinger, la maltratada mujer raptada, demuestre sus dotes interpretativas con largos monólogos tendida ante el destartalado aparato. Y, al otro lado, sosteniendo un móvil de última generación, otra de las grandes pegas del producto, Chris Evans, un niñato pijo e insoportable, convertido inexplicablemente en protagonista casi absoluto del evento. Les puedo asegurar que cada vez que este inexpresivo chico abre la boca es para hacer un chiste barato, sin gracia alguna, de esos que rompen el mínimo interés de la cinta. Y digo mínimo porque, en ella, todo es tan primario e ilógico que puede ocurrir absolutamente de todo, con tal de que Basinger y su sufridora familia salgan intactos de las pretensiones malignas de sus raptores. Es por ello que sus escenas de teórico suspense no tienen ningún tipo de tensión. Allí, según nuestro stunt man, cabe de todo. Y tanto es así que se saca de la manga a un policía-payaso, dispuesto a abandonar su trabajo en una comisaría de Los Angeles para montar un balneario (¿o era una peluquería?) y que, a pesar de untarse la cara con algas verdosas en la intimidad de su casa, se convierte -involuntariamente- en el heroico y salvador ángel de la guarda de nuestras accidentales víctimas. Y lo que más pena me da es que a este policía palurdo le haya tocado interpretarlo a alguien como William H. Macy. ¡Quién le ha visto y quién le ve, pobre hombre!

Cellular, si he de serles absolutamente sincero, a pesar de sus tonterías (que son muchas, demasiadas), de su poca (o nula) credibilidad y de su previsibilidad, me entretuvo. Y es que, para compensar todo lo anterior, la película tiene un ritmo endiablado y, lo que es más importante, su director, en todo momento, demuestra no tener ningún tipo de sentido del ridículo. Es por eso que, desde el principio, la historia del chicuelo pegado al móvil y charlando atosigado con la madurita pillada, me acabó enganchando. ¿O es que me atrapó porque la madurita era la Basinger? A saber... Posiblemente sea debido a que mí espíritu es más basurero de lo que me imaginaba.

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Comentarios recuperados de HaloScan (a 23/03/2005)

Bueno, la credibilidad no debe romperse. Pero tampoco me gusta cuando es el único criterio para valorar porque parece que haya que rodar documentales.

Una vez se aceptan ciertas convenciones resulta muy entretenida. A mi me chocó mucho más que unos matones persiguieran a una familia para matarla en vez de cepillárselos a la primera de cambio.
José C. Homepage 11.24.04 - 10:12 pm #

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Bueno. Preparaos para un par de películas más con el teléfono como leit motiv, porque el bueno de Larry Cohen cuando encuentra un filón se entrega a él hasta el hartazgo.
J. P. Bango Homepage 11.24.04 - 11:23 pm #

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Sr José C., la credibilidad cinematográfica es distinta de la realidad. Por ejemplo, yo me creo más Superman que esos telefilmes basados en hechos verídicos.Todavía no he visto Cellullar porque el otro día en el cine, por confusión ( no se si mia o de la taquillera) me dieron entradas para Collateral, la cual ya había visto y ya no tuve tiempo de ir a cellullar porque ya había empezado. Esto no se si es creible, pero les juro que es totalmente cierto. Malditos titulos parecidos.
JB 11.25.04 - 2:42 pm #

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Sr. JB... empiezo a preocuparme por usted. ¿No será ese un síntoma de senilidad?
Spaulding Homepage 11.25.04 - 6:59 pm #

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Cohen, además de Q y Estoy vivo es el responsable de la GENIAL! y MITIQUÍSIMA!!! "The Stuff" / "In-natural".
Jónatan S. Homepage 12.01.04 - 10:17 pm #

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Ciertamente, Shark, tiene toda la razón del mundo. Un tipo peculiar este Cohen.
Spaulding Homepage 12.02.04 - 8:05 am #

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