28.11.17
16.11.17
SITGES 2017: Jornada 9 (de inmigrantes que levitan, teenagers que mueren una y otra vez y cortes de electricidad)
Viernes 13 de octubre, penúltimo día del Festival.
Una jornada que empezó con Jupiter’s Moon, la cinta húngara que se alzó,
finalmente, con el premio al mejor largometraje de esta edición. Una extraña
mezcla entre el cine de superhéroes y la denuncia política que se abre ,de forma
frenética y atractiva, con la masiva entrada de inmigrante cruzando de forma
ilegal una frontera mientras son tiroteados sin miramientos por la policía. En
Jupiter’s Moon hay un poco de todo: un ilegal herido capaz de levitar, médicos
corruptos y polis con demasiada mala leche. La primera parte engancha, tanto
por su atípico planteamiento como por su cuidadísima realización (a pesar de
abusar un tanto de la cámara en mano), pero luego la cosa se complica en exceso
y el guión empieza a hacer aguas por todas partes. En definitiva, se trata de
un indigesto cóctel entre el cine de Costa-Gavras y los X-Men.
Si con A Day ya tuvimos un homenaje, muy a la coreana, de
Atrapado en el Tiempo, ahora se vuelve a repetir guiño al magistral bucle
temporal urdido Harold Ramis con Feliz Día de tu Muerte, una película
norteamericana que, dirigida por Christopher Landon y dirigida claramente al
público adolescente, nos enfrenta al caracolillo diario que vivirá una joven
estudiante para evitar que, al final de su jornada, sea asesinada de nuevo. La
cosa, aparte de una buena factura, tiene su gracia, pero al final acaba
cansando. Entre que su guión se me antojó excesivamente facilón y que su joven protagonista
femenina, una tal Jessica Rothe, me pareció de lo más soso, no acabé de entrar
del todo en una propuesta poco original y llena de guiños a montones de films
con asesinos portadores de caretas diversas y especializados en degollar a teenagers. Poca
cosa, aunque para muchos (de forma sorprendente) resultó de lo más refrescante.
El día lo cerré con Survival Family, una simpática
producción japonesa que, a medio camino entre la comedia y el cine de aventuras
apocalípticas, coloca al espectador en la piel de los miembros de una familia de
Tokio, los Suzuki, cuando estos ven trastocada su rutina social y laboral
habitual al quedarse todo el país sin electricidad. Dispuestos a iniciar un
nuevo tipo de vida, deciden abandonar la ciudad y buscar un nuevo lugar en el
que instalarse. Una correcta cinta, cargada de buenas intenciones que, sin
embargo, peca de alargar en extremo su metraje (cercano a las dos horas), lo cual
acaba influyendo en el estado de ánimo de un espectador que, a la hora y media,
ya ha sufrido todo lo sufrible por los avatares por los que han de pasar los
Suzuki.
Y en el próximo post, el final de la 50ª edición.
12.11.17
6.11.17
SITGES 2017: Jornada 8 (de leyendas vascas, fantasmas estonios y de merecidos descansos)
Después de un pequeño paréntesis, sigo con la
información relativa a la 50ª edición del Festival de Sitges.
El jueves 13 de octubre, la mañana se abrió con
Errementari, un film vasco y hablado en euskera que, producido por Álex de la
Iglesia y dirigido por el debutante Paul Urkijo Alijo, entra de lleno en las
leyendas populares vascas, en una historia que, ambientada en la Álava del
siglo XIX, mezcla el folklore del país con un muy peculiar descenso a los
infiernos y en donde, un herrero y una niña huérfana, destapan una oscura
historia en donde los pactos con el diablo se convierten en la orden del día.
Curiosa aunque irregular cinta que, contando con una parte inicial bastante
atractiva, va perdiendo fuelle hasta llegar a un episodio final, de tintes
fantásticos y demoniacos, en donde el cartón piedra obtiene un cansino y
especial protagonismo.
A continuación sufrí la proyección de November, un
film procedente de los países bajos y que llegaba al festival precedido de
cierto prestigio. Aparte de contar con una espléndida fotografía en blanco y
negro, no hay nada más que pueda avalar el citado prestigio de este producto.
Aburrido, pedante, sin pies ni cabeza y capaz de provocar profundas
somnolencias y raudas fugas del Auditorio del Meliá. Dirigido por el estonio
Rainer Sarnet, se trata de una presuntuosa fabula fantástica en la
que, en medio de paisajes helados y nevados, se mezclan fantasmas de familiares
muertos, hombres lobos, enfermedades mortales y un poco de magia negra. Si les
he de ser sincero, ante tanta pretenciosidad narrativa y visual (llena de
planos y escenas interminables), yo fui uno de los que decidió escapar de la
sala. En el exterior hacia un día magnífico como para desperdiciarlo con tomaduras de
pelo tan inmensas.
En resumen: un día tranquilo. Como el cansancio de
tanto cine ya empezaba a hacer mella en mí, decidí dejar por unas horas el Séptimo Arte aparcado en un rincón y disfrutar la mi estancia en Sitges. Hasta al día siguiente,
claro está.
To be continued…
3.11.17
Hoy tampoco va de cine
Hoy me siento triste, cabreado e impotente ante un
estado español que ha mostrado su cara más oscura y franquista; un estado, que ellos
llaman de "derecho", en el que no existe la separación de poderes y en la que
fiscales, jueces y gobernantes comen del mismo plato, al igual que hacen los perros. Una España
purulenta, gobernada por el partido más corrupto de Europa y que aún se permite
el lujo de hablar de “legalidad” sin avergonzarse de ser, en realidad, un grupo
mafioso que, durante años, se ha estado embolsando todo el dinero público que
ha caído en sus manos. Una España miserable que, al igual que en tiempos del
dictador Francisco Franco, vuelve a tener presos políticos en sus prisiones. Y
todo ello, bajo el beneplácito del PSOE y del PSC y de una Europa encorsetada que
mira hacia otro lado, ignorando que los catalanes somos también ciudadanos
europeos a los que se nos está privando de los derechos humanos más
fundamentales.
Repito: tristeza, cabreo e impotencia, pues con sus métodos represivos no se arregla el
problema. Al contrario, se agrava hasta límites insospechados.
Visca Catalunya!
Llibertat presos polítics ja!!!!