Después de la interesante aunque extraña Take Shelter, su director, Jeff Nichols, vuelve a sorprender con su nueva cinta, Mud, un trabajo que conserva algunas de las constantes de su película anterior, como esa tranquilidad narrativa que le imprime a su historia; una historia que, por otra parte, posee varios puntos de contacto con la adaptación del Cuenta Conmigo de Stephen King que realizara Rob Reiner.
Mud narra la relación de amistad nacida entre dos niños
de 14 años, Ellis y Neckbone, con Mud, un hombre que huye de la justicia y se
refugia en un pequeño islote del medio Mississippi, esperando el momento de
reunirse con Juniper, la mujer a la que ama. El joven Ellis, agobiado por la inseguridad
que rezuma el matrimonio de sus padres, idealizará a Mud debido a los
sentimientos de amor que éste demuestra para con su pareja.
Un contundente melodrama, con toques de cine de
aventuras, narrado a ritmo de thriller y con una aurea de cuento infantil lleno
de apuntes descarnados, conforman la fórmula exótica de la independiente propuesta
de Nichols. Al igual que Take Shelter, este es un producto distinto, a veces estrambótico
y, por momentos, debido a su lentitud, un tanto aburrido. Pero son tantos los
destellos de brillantez que inundan sus dos largas horas de metraje, que sus
pasajes más tediosos (y algunos de ellos bastante increíbles) quedan pronto en
el olvido.
Buena cuelpa del hipnótico y chocante encanto del
film, aparte de la destacable interpretación del joven Tye Sheridan, se
encuentra en el buen hacer de un sorprendente Matthew McConaughey, un actor que
por fin -tras haber pasado por un alarmante número de comedias bobaliconas-, ha
encontrado su mejor forma de expresión dando vida a personajes oscuros y
bastante al margen de la sociedad, tal y como hiciera en la violenta y
lapidaria Killer Joe, título no estrenado en España de William Friedkin en el
que daba vida a un policía corrupto que también ejercía de asesino profesional.
Con el rol de Mud, McConaughey ha encontrado su rinconcito en el Olimpo de
Hollywood.
Y atención igualmente a una Reese Whiterspoon
totalmente distinta a sus desaboridos papeles habituales. Mucho más madura,
sombría y sensual que lo acostumbrado, con su peculiar creación de Juniper complementa a la perfección al personaje de Mud.